Restrospectiva – El dada no pensó ser portada

El dada no pensó ser portada.

Parafraseando a María Willis, se afirma que el dadaísmo indudablemente fue una vanguardia con aires de libertador, que desde un principio logró su intención de que  el arte dejara de verse e interpretarse como algo estético y bello para llegar a ser algo sucio, desordenado, cuestionable, e impresionantemente irracional. Siguiendo con la línea de la curadora y crítica de arte colombiana, el dadaísmo dio grandes aportes a la modernidad artística ya que esta fue una vanguardia que surgió de la literatura, y que no sólo se quedó en propuestas editoriales y literarias, sino que también trascendió a las artes plásticas y visuales. “La palabra como forma artística se volvió casi o más importante que el dibujo o la pintura misma” dice Willis, y que consigo, el dadaísmo, demostró la capacidad comunicativa y global que tiene el arte.

Sus partidarios, un grupo de intelectuales que reunían en un cabaret de Zurich, se encargaron de que este movimiento se diferenciara de los otros (contemporáneos como el futurismo, cubismo y expresionismo, que surgieron en Italia, Francia y Alemania respectivamente), a través de manifiestos, poemas y recitados, y que finalmente fue una vanguardia con ‘ecos’ internacionales, ya que muchos de sus agentes estaban en varios lugares de Europa y América como París, Berlín, Hannover y New York, agentes que tenían contacto continuo con el colectivo de Zurich, y que también hacían publicaciones. Los escándalos que produjo el dada no dudaron en dejarse ver, muchas de sus exposiciones fueron clausuradas, algunas publicaciones de estos “anti-arte” fueron censuradas, y tanto acoso y persecución a su trabajo se desencadena en disturbios por los que terminaron algunos de ellos presos.

 

¿Pero fue el dadaísmo un fenómeno o movimiento negativo dentro de la historia del arte? el dadaísmo, indudablemente ha sido un movimiento no sólo artístico, sino también cultural, con más fuerza e influencia en el siglo XX, a tal punto de que muchos críticos como George Steiner han llegado a afirmar que las consecuencias del dadaísmo aún no está del todo “desveladas y asimiladas”, y que como dijo el antropólogo Carlos Granés, el dadaísmo empezó junto con la identidad existencial e individual del arte, y con el odio por las técnicas académicas impuestas a lo largo de la historia del arte, y que a la hora de la verdad, el dadaísmo tuvo mucha más trascendencia, luminosidad, y veracidad en la vida misma, en la cotidianidad, que en el propio arte. Es así como podemos afirmar que muchas de las manifestaciones artísticas  de hoy en día, como el happening, las instalaciones, el performance, es más, el famosísimo y cuestionado arte conceptual son derivados del dadaísmo y el futurismo, y es para nada una coincidencia. Y ahora sí citando a Granés: “Nuestro estilo de vida debe mucho más a Tristan Tzara que a estos dos personajes. Dadaísta es la actitud deconstructiva que predomina en las universidades contemporáneas  y que cuestiona las categorías y conceptos; dadaísta es el infantilismo de la publicidad y las películas de Hollywood, dadaísta es la importancia que le damos al humor en nuestra sociedad; es Charlie Hebdo y la reacción mundial en contra de los atentados que intentaron coaccionar la libertad radical del individuo”.

Teniendo en cuenta que el dadaísmo fue tan contradictorio al punto de ser su propio inicio y fin, y su propia contravanguardia, y que mucho más allá del tema de la conceptualización de las obras no hay herencia en la actualidad activa del arte, y resaltando el hecho de que los mismos dadaístas afirman haber matado el arte ¿es muy arriesgado afirmar que el dadaísmo aún se ejerce, aún existe, persiste y mantiene? Hay afirmaciones tan duras como las de Halim Badawi que dicen que el dadaísmo tuvo un espacio dentro de la historia muy delimitado y limitado, es decir las tres primeras décadas del siglo XX, y que aunque sus estrategias de producción artística efectivamente influyeron en el resto de movimiento artísticos del siglo en cuestión y el siglo en curso (XXI), los dadaístas legítimos y propios sólo existieron en ese tercio de siglo.

 

Ahora bien, al ver que el dadaísmo lleva un poco menos 100 años descansando en paz, ¿se usaría el anti arte en alguna producción visual o cualquier tipo de producción artística (bien sea literaria, musical, etc) actual o al menos en la última década?

Hay quienes afirman que el dadaísmo sigue muy vigente, sobretodo en la industria musical, a nivel instrumental, como en el diseño de sus portadas y en los conceptos de los video cilps de sus canciones. Bandas y artistas como:

 

Cabaret Voltaire

dada1

Art Of Noise

dada2.jpg

han usado el dada no sólo su imagen, sino también a la hora de la composición de su música al ser algo mucho más experimental y excéntrico.

Por otro lado hay bandas o artistas solitas de diferentes géneros musicales no tan experimentales que han usado elementos dadaístas a la hora de diseñar la portada de algún disco, como:

 

Green Day – Nimrod (1997) (Punk- rock)

dada3.jpg

Sonic Youth – A Thousand Leaves (1998) (Noise-indie)

dada5.jpg

 

Lou Reed & Metallica – Lulu (2011) ( ¿Metal experimental?)
dada4.jpg

A la hora de grabar los videoclips de sus canciones, muchas bandas y artistas deciden elegir la estética dadaísta para la producción visual que acompañará y complementará sus líricas. Algunos casos son:

 

Nine Inch Nails – Came Back Haunted

https://www.youtube.com/watch?v=1RN6pT3zL44

 

Peter Gabriel – Sledgehammer

https://www.youtube.com/watch?v=g93mz_eZ5N4

Peter Gabriel – Big Time

https://www.youtube.com/watch?v=PBAl9cchQac

 

Motorama – Heavy Wave

https://www.youtube.com/watch?v=07FdNR6ikHI

 

Animal Collective – FloriDada

https://youtu.be/cuoIvNFUY7I

 

Modest Mouse – Float On

https://www.youtube.com/watch?v=CTAud5O7Qqk

 

Savages – Husbands

https://www.youtube.com/watch?v=rmJ_mcvRQsI

 

Franz Ferdinand – This Fire

https://www.youtube.com/watch?v=haW_ruZ_Be8

 

A diferencia de los casos que he nombrado anteriormente, procederé a enseñar portadas de discos con evidente influencia dadaísta sin olvidar mencionar en un principio de dónde surgió la idea y hacer una pequeña comparación.

 

  1. Alexander Ródchenko: Fue un escultor, pintor diseñador gráfico y fotógrafo ruso. Es uno de los fundadores del constructivismo ruso, y a su vez tuvo influencias dadaístas.

 ‘Red Army’ (1938)                                Muse – ‘Absolution’ (2003)

dada8

Lilya Brik (1924)

dada9.jpg

Franz Ferdinand – ‘ You could have it so much better’ (2005)

 

                                                                                                                      Franz Ferdinand –

One-sixth part of the world (1926)                                                   ‘Take  Me Out’ (2004)
Palabras más, palabras menos, podemos ver que el dada aún se manifiesta fuertemente en muchas producciones visuales contemporáneas, y no sólo en la industria musical, por supuesto que no, en su propio campo plástico el dadaísmo sigue mostrándose con su alma libre y libertadora al momento de la creación, pero en este caso quería enseñar cómo el diseño dadaísta aún sirve como aquello que llama la atención, que pretende informar, mostrar, y salir de los esquemas no sólo por su estética, sino también por su contenido contundente, rebelde y libre.

Contravanguardia- Dadaísmo Espitemológico

adaísmo epistemológico.

 

El pensamiento filosófico del insigne –ahora olvidado– Paul Feyerabend, es muy rico y complejo. Feyerabend fue un filósofo del conocimiento y de la ciencia, sin una postura constante en alguna escuela filosófica, pero siempre con una fiel creencia en el anarquismo y en el pensamiento propio y crítico, cualidades que se evidencian claramente en las teorías que postula, sobretodo en su tesis principal del anarquismo epistemológico.  Este filósofo y pensador, vividor de grandes experiencias personales y culto por donde se le mire, ha tratado de condensar su concepción de la ciencia bajo el “principio” (o mejor, “medicina”, como algunos de sus intérpretes han sugerido) del famoso “todo vale”, que no llega a ser otra cosa sino la expresión sintetizada de su anarquismo-dadaísmo epistemológico que se opone a toda forma de absolutismo y autoritarismo epistémico y a toda forma dogmática. En otras palabras, el anarquismo epistemológico es una teoría alrededor del conocimiento y todo lo que implica adquirir un conocimiento, que argumenta y defiende la idea de que no existe una línea metodológica única y útil (por aquello que se dice que en la ciencia no hay margen de error) dentro del desarrollo de la ciencia, o en un proceso de aprendizaje, o en el desarrollo de un conocimiento. El mismo autor ha dicho que su teoría podría perfectamente tener otro nombre que seguiría cumpliendo con la misma intención categórica del nombre original, y aquí explica:

Al elegir el término ‘anarquismo’ para designar mi planteamiento, tuve en cuenta sin más, su uso general. Sin embargo, el anarquismo, tal y como se le ha practicado en el pasado y como se practica hoy día por un número cada vez mayor de personas, posee rasgos que no estoy dispuesto a defender. Se preocupa poco de las vidas humanas y de la felicidad humana (excepto de la vida y la felicidad de aquellos que pertenecen a algún grupo especial); además implica el tipo de dedicación y seriedad Puritana que yo detesto. Existen algunas excepciones exquisitas como Cohn-Bendit, pero son minoría). Por estos motivos prefiero ahora emplear el término Dadaísmo. Un Dadaísta no sería capaz de hacer daño a una mosca, mucho menos a un ser humano. Un Dadaísta permanece completamente impasible frente a una empresa seria y sospecha siempre cuando la gente deja de sonreír, asumiendo aquella actitud y aquellas expresiones faciales que indican que se va a decir algo importante. Un Dadaísta está convencido de que una vida que merezca la pena sólo será factible cuando empecemos a tomar las cosas a la ligera y cuando eliminemos del lenguaje aquellos significados profundos pero ya putrefactos que ido acumulando a lo largo de los siglos (‘búsqueda de la verdad’; ‘defensa de la justicia’; ‘amor apasionado’; etc., etc.,). Un Dadaísta está dispuesto a iniciar divertidos experimentos incluso en aquellos dominios donde el cambio y la experimentación parecen imposibles (ejemplo: las funciones básicas del lenguaje). Espero que tras la lectura del presente panfleto, el lector me recuerde como un frívolo Dadaísta y no como un anarquista serio.”

 

La argumentación de esta teoría se basa, como ya se ha dicho, en la aformación de que no existe un único método útil para el desarrollo de la ciencia, es decir, es una fuerte crítica que rompe con los esquemas propuestos por la historiografía racionalista y empirista.

 

Es anarquismo epistemológico porque el autor propone abandonar el ideal de positivismo racional, que a su vez es heredera de la razón cartesiana como concepción, basado en reglas que se creen “ciertas e infalibles”. Esta forma de enseñar la racionalidad científica, sin vehemencia y sin emotividad, se enseña de manera corriente en el llamado «método científico». Para Feyerabend tal concepción fría, reduccionista e inútil de la racionalidad es indigna de un hombre libre.Sobre esto, Paul hace una muy importante observación. A continuación cito sus palabras:

«Sin estándares de verdad y racionalidad universalmente obligatorios no podemos seguir hablando de error universal. Podemos hablar solamente de lo que parece o no parece apropiado cuando se considera desde un punto de vista particular y restringido; visiones diferentes, temperamentos y actitudes diferentes darán lugar a juicios y métodos de acercamiento diferentes. Semejante epistemología anarquista –pues en esto es en lo que se resuelve nuestra teoría del error- no sólo resulta preferible para mejorar el conocimiento o entender la historia. También para un hombre libre resulta más apropiado el uso de esta epistemología que el de sus rigurosas y “científicas” alternativas ”.

 

Más adelante el autor comenta en su obra clásica, ‘Contra el método: el esquema de una teoría anarquista del conocimiento», en tono burlón e irónico, que el único principio abstracto que puede ser defendido es el principio del todo vale, mismo que en todo caso sería el único principio de la “metodología anarquista”.

Es claro que Feyerabend lejos de hablarnos de un conjunto bien definido de “anti-métodos”, o de “anti-reglas” (patrones definidos en negativo) que hay que seguir al pie de la letra para garantizar el avance “adecuado” de la ciencia, más bien se preocupa por generar una actitud humanista y libre, que tome como base central el cultivo de la individualidad en la constitución intelectual e integral de las personas (de ahí su rechazo radical a las tendencias de hiperespecialización y estandarización de la ciencia que en la actualidad tienen como consecuencia la mutilación del pensamiento, mentes amputadas, cosificadas, y con ello, la deshumanización de las personas que son formadas en los cánones de la ciencia moderna hiperespecializada, al servicio del capital). Por eso mismo hasta llega a señalar que los científicos deberían aprender arte. Galileo Galilei es la figura ideal para este señor, quien representaba muy bien el espíritu renacentista, de hacer de todo para tener una capacidad creativa inmensa. Además de que Galileo Galilei era para su época un rebelde.

En este sentido, tanto la “teoría del error” como la “contrainducción” (que consiste, esencialmente en las ciencias naturales, en no tomar como legítimo siempre las «pruebas empíricas», que en sus estadísticas y equipos ya están sesgando el objeto de estudio, pues estas no garantizarán siempre y de manera concluyente que algo sea verdadero o falso) son, para Feyerabend, simplemente recursos heurísticos que inspiran el movimiento del pensamiento de los científicos según sean los manejos precisos y concretos de estos en los diversos y característicos episodios ocurridos en la historia de la ciencia. No se trata de meros «métodos» que tratan en seguir pasos bien definidos, reglas fijas o principios inflexibles (definido en negativo, es decir, como todo aquello que el científico no debe hacer) que todo pensador libre y humanista debe de seguir. Feyerabend simplemente describe cómo estos recursos han actuado en la historia (tan compleja, rica y si se quiere hasta divertida en muchos episodios concretos) de la ciencia. Este autor no pretende exhibirnos estos recursos como “leyes” que operan siempre, en todo el desarrollo histórico de la ciencia. Así pues no hay algo así como «recetas» que garanticen el conocimiento pleno de la realidad, ni que nos garanticen que algo es verdadero y válido para siempre.

 

Se preguntarán ustedes, ¿qué tiene que ver el anarquismo epistemológico con el dadaísmo además de haber sido esta palabra una metáfora para nombrar la teoría? y aún más se preguntarán siendo este un texto antítesis del dadaísmo: ¿está el anarquismo epistemológico en contra del dadaísmo? Por supuesto que no. Esto es sólo una alegoría al mismo dadaísmo, me explico: Paul Feyerabend es a la filosofía de la ciencia lo que este grupo de intelectuales reunidos en el cabaret Voltaire es al arte, el anarquismo epistemológico es a la ciencia lo que el dadaísmo fue para los cánones estéticos establecidos  por la academia. Ambos movimientos significaron (en su campo, claramente) una ruptura de estigmas metódicos, estéticos, técnicos, y hasta funcionales. Que siendo esta una conclusión tácita y cortante, da a entender mi punto de que hasta en la ciencia hay espacio para la libertad y el espíritu rebelde de la creación y el arte, y así es una de las muchas formas en las que arte y ciencia van de la mano.

 

Bibliografía: (webgrafía, textos en PDF)

Feyerabend, Paul K. (1974) Contra el método.

Feyerabend, Paul K. (1975) El mito de la ciencia y su papel en la sociedad. Prohens, B. (1982) Paul K. Feyerabend y el anarquismo epistemológico.

Ramírez Salinas, Liza Analy (2002). El anarquismo epistemológico. [